La doctora Lilian Álvarez
Arellano, profesora, entre otras materias, de Didáctica de literatura en la
MADEMS Español, ha reflexionado sobre cómo llevar nuestra práctica docente a
varios niveles de alcance. Sabemos que en esta tarea intervienen no sólo
nuestros alumnos y la institución con sus programas de estudio, sino también nuestro
amor, ética y el nivel de compromiso por llevar calidad a nuestra vida y
profesión.
Cuando elegimos algún material para enseñar, debemos
tomar en cuenta, en primer lugar, nuestros gustos porque son los que nos
determinaron como personas y ahora lo que nos determinará como profesores. En segundo lugar, se deben
considerar las lecturas de nuestra carrera o especialidad.
Estas lecturas pueden
ser de tres tipos: 1)Los textos literarios que no sólo deben ser elegidos por
gusto, sino ya con mirada de maestro. 2) Los textos teóricos, es decir, los que
forman la teoría literaria, los que se aplicaron al entendimiento de la literatura y, por lo
tanto, en la enseñanza. 3) Los textos de práctica docente.
El Manual de
didáctica de la lengua y la literatura está dividido en cuatro partes: la
primera presenta fundamentos metodológicos de la enseñanza de lengua y literatura,
incluyendo los requisitos del docente (expresión oral, fomento a
lectura) así como recursos y materiales curriculares. En la segunda parte se
explica la didáctica de la lengua, desde comprensión oral, gramática, léxico
hasta comentarios lingüísticos. En la tercera parte está la didáctica de la
literatura y temas como la literatura infantil, la juvenil y el fomento a la
lectura. Por último, la cuarta parte contiene recursos para la investigación y la
evaluación.
Si bien los manuales de literatura no deben ser empleados
como fuente primaria de cualquier docente -porque como ya hemos mencionado
debemos tener un bagaje cultural literario básico-, este libro no es sólo un
manual de literatura sino que combina dos tipos de textos: el teórico y el práctico,
al tiempo que guía al docente en cómo enseñarla literatura, entenderla y aplicarla.
Debemos crecer con los años de enseñanza y no quedarnos en lo que ya conocemos de
nuestra materia. De no hacerlo, corremos el riesgo de desgastarnos y eso es lo que proyectamos a nuestros
alumnos. Es hora de agrandar nuestro librero con lecturas más especializadas,
como el Manual de didáctica de la lengua
y la literatura, para continuar fomentando nuestra
profesionalización docente.